La revolución del descanso y cómo una tecnología puede mejorar tu salud

Los relojes inteligentes cuentan con mediciones precisas para conocer las fases del sueño. ¿Cuán efectiva son y cómo utilizarlas?

Actualidad18 de agosto de 2025TechinfoTechinfo
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Dormir bien no es un lujo, es una necesidad biológica fundamental para nuestra salud física y mental. Investigaciones recientes continúan reforzando esta idea, demostrando que un descanso de calidad es un pilar tan esencial como la nutrición o el ejercicio. Un estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour en 2024, por ejemplo, reveló que la privación crónica de sueño, especialmente la falta de sueño profundo, tiene un impacto directo en nuestra capacidad para regular las emociones y puede aumentar significativamente el riesgo de trastornos de ansiedad. Es decir, no basta con dormir más, necesitamos dormir mejor.
El sueño profundo es la fase más restauradora físicamente. En dicho periodo el cuerpo repara tejidos, construye hueso y músculo, y fortalece el sistema inmunológico. Despertarse sintiéndose renovado depende en gran medida de haber tenido suficiente sueño profundo. Y como en todo ámbito de nuestras vidas, la tecnología también avanzó en los últimos años en lo que se denomina “tecnología del sueño”, un término que agrupa el desarrollo de dispositivos que ayudan a monitorear y analizar cómo podemos mejorar nuestro descanso. Todo esto desde nuestra muñeca con relojes inteligentes, cada vez más precisos y también más accesibles.

Uno de los principales avances de estos aparatos es la capacidad de monitorear cuáles son las fases del sueño. Si bien comenzaron a contar cuántas horas pasábamos sin actividad y estimar la cantidad de horas de sueño, ahora son capaces de distinguir si realmente tenemos fases de sueño profundo. Marcas como Apple, Samsung y Garmin están liderando esta revolución, equipando sus dispositivos con tecnología avanzada que nos permite, por primera vez, obtener una visión detallada y continua de la arquitectura de nuestro descanso.
Monitoreo del sueño
¿Cómo sabe tu reloj que estás durmiendo (y cómo)? La magia detrás del monitoreo del sueño no es una sola tecnología, sino la fusión de datos de múltiples sensores que, interpretados por algoritmos avanzados, pintan un cuadro completo del descanso nocturno. Los relojes inteligentes cuentan con acelerómetro y giroscopio que detectan el movimiento corporal; sensor óptico de frecuencia cardíaca con la que miden una variable clave para detectar diferentes fases del sueño; pulsioxímetro, para medir la saturación de oxígeno en la sangre; sensor de temperatura corporal, con el que se puede analizar la temperatura de la piel y cómo se correlaciona con los ritmos circadianos. Todas estas señales aportan estadísticas que luego pueden convertirse en gráficos como por ejemplo un hipnograma que desglosa el descanso en sus distintas fases.

El interés académico en estos dispositivos ha explotado en los últimos años, pero es crucial interpretar sus datos con reserva. Un estudio reciente publicado en la Revista de Psicopatología y Ciencias Clínicas y destacado por The Guardian, ofrece una perspectiva reveladora sobre las capacidades y limitaciones de estos dispositivos. El estudio analizó a 800 jóvenes adultos usando relojes Garmin durante tres meses, comparando las métricas del dispositivo con los reportes de los propios usuarios. Los hallazgos fueron claros: la correlación entre el estrés medido por el reloj y el estrés que los participantes decían sentir era “básicamente cero”. Eiko Fried, autor del estudio, explica que esto se debe a que el reloj mide la activación fisiológica (como el aumento de la frecuencia cardíaca), la cual es incapaz de diferenciar entre una emoción negativa como el estrés y una positiva como la alegría o la excitación. Sin embargo, en lo que respecta al descanso, los resultados fueron mucho más alentadores. Aunque la métrica de fatiga (”Body Battery” de Garmin) mostró una asociación débil, la relación con la duración del sueño fue la más fuerte y significativa del estudio. Se observó una asociación notable en dos tercios de los participantes. De hecho, los investigadores afirmaron que al pasar de una mala noche a una buena, podían predecir con fiabilidad un aumento de aproximadamente dos horas en la duración del sueño medida por el Garmin. “Este es un efecto realmente notable”, señalaron los autores.

Aun así, Fried advierte que estos dispositivos miden principalmente la duración y no necesariamente la calidad restauradora del sueño. Su consejo es claro: “Ten cuidado y no vivas solo de tu reloj inteligente: son dispositivos de consumo, no médicos”. Aun así, estos aparatos, que pueden conseguirse desde los 150 dólares, pueden ayudar a despertar mayor conciencia sobre la relación entre el sueño y la salud y empoderar a los usuarios para tratar de mejorar su calidad de vida. Está claro que los relojes no reemplazan a un diagnóstico médico, pero sí han desarrollado un mini laboratorio de indicadores en nuestra muñeca, regalándonos claves para entender y, lo más importante, mejorar una de las funciones más vitales para nuestra salud general.

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